En vez de anotar propósitos para el año que empieza, quiero explicar las ideas sobre internet que han dado forma a mi página web a lo largo de 2024.
Mi página web es un jardín japonés que expresa mi nostalgia. No me gusta la internet impersonal de hoy, un espacio diseñado para cebar nuestra atención. Añoro el esfuerzo de conectarte a una red local antes de saltar al ciberespacio, cuando todo iba más despacio e internet se parecía más a una biblioteca pública que a una televisión saltando de canal. Quiero volver dos décadas atrás, antes de las plataformas, los creadores de contenidos y el metaverso.
Por aquel entonces, internet era un bosque de árboles particulares y cada sitio web expresaba su personalidad con elementos de diseño únicos. Como los árboles, crecían de manera orgánica, dejando caer lo que ya no podían sostener y ocupando los espacios desordenadamente. No había compromisos externos de federación de contenidos, ni promesas de actualizaciones constantes. Cada sitio web ocupaba un lugar en el bosque sin más pretensiones que ocuparse de lo suyo.
Esta web es como aquellos árboles y, como a los árboles, le cuesta cambiar. No he automatizado nada con scripts, ni utilizo un generador de sitios web. Es un sitio estático engarzado de manera manual. La estructura se sostiene con tres directorios y cuatro ficheros índice. Cuando quiero publicar un nuevo documento, tengo una plantilla con los headers
y footers
que incluyo en cada página, añado el texto, pongo el fichero en la carpeta correspondiente, y edito los índices principal y de sección –o lo dejo allí, sin enlazar; también sucede.
Una ventaja de esta modularidad es que cualquiera que tenga interés en conservar un documento, puede guardar el fichero .html
en su computadora. Mi compromiso con esta modularidad es que no enlazo otros documentos, intento que los documentos que publico en la web sean autónomos. No es algo contrario a la esencia del HTML, la idea del hipertexto es conectarnos y no producir una cacofonía infinita. Delegar tus ideas en palabras de otras personas y reutilizar lo que ya has dicho es más sencillo que expresar un pensamiento lineal.
La estética de los índices de los índices es puro ensalzamiento de mi nostalgia. Recuerda a las pantallas negras con las que nos encontrábamos al encender las primeras PC. La línea de comando que hoy se esconde en los bajos fondos de los sistemas operativos que dan vida a los gadgets que nos atan al metaverso. No es un diseño original. Está inspirado y utiliza una tipografía matricial de The Ultimate Oldschool PC Font Pack –un ejemplo maravilloso de como es internet en mi memoria.
Yo aporto una manía personal: el intento de reducir al máximo el peso de la página web. En mis diseños reduzco el número de ficheros al mínimo, intento que todos los caracteres tengan una función y delego en los defaults de vuestros navegadores. La belleza de una página web que diseño es la intencionalidad de todo lo que falta.
Debo apuntar que en esta versión me he excedido e incluyo una webfont y una imagen. Lo he hecho por admiración al trabajo de VileR y porque el fichero .woff
de la fuente IBM VGA son 9.79 KB, solo tres kilobytes más que este documento. Un exceso lleva a otro y he incluído una imagen de 169.65 KB. Una imagen que expresa morriña y recuerda las fotografías que tomaban vida en nuestra mente, cuando el papel nos daba un empujoncito para tirar de recuerdos y nosotros hacíamos el resto –las fotos de ahora son menos reales.
En los textos utilizo un diseño diferente al de los índices porque priorizo su modularidad. Solo añado unas pocas líneas al documento HTML que alteran los colores, inserta un pequeño margen adaptativo y suavizan los encabezados. Lo más moderno que incluye es un esquema de colores alternativo que se activa con el modo oscuro del sistema operativo. El amarillo pálido de fondo lo he escogido porque además de aumentar el contraste, facilita a nuestro ojos reconocer las formas de las letras y reduce el brillo respecto un fondo blanco. El negro del modo oscuro permite ahorrar energía en las pantallas es *OLED. Los enlaces son de color rojo porque tiene el suficiente contraste tanto con fondo el claro como el oscuro.
Falta un sistema de vigilancia que me informe de quienes visitan la web y qué vienen a buscar. No he configurado ningún sistema de rastreo, y Neocities solo controla el número total de llamadas al servidor. No me interesa esta información, como no me interesa la internet que funciona como espacio de vigilancia. Si nada me obliga, prefiero dejarla ir.
Otra cosa que falta en esta página web es una forma de contactar conmigo. Antes proporcionaba mi correo institucional, que es público y se puede encontrar con un pequeño esfuerzo; ahora ya no. Mi web de 2024 es una forma de participar en la internet de mi nostalgia y no una tarjeta de presentación.
Estos son mis principios de diseño en 2024. Los motivos para una serie de decisiones que recuerdan una internet que todavía vive en los márgenes del metaverso.
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publicado el 28 de diciembre de 2024